Testimonio de Depresión Posparto
En esta ocasión les compartimos un testimonio real de una madre que nos cuenta su experiencia de vivir depresión posparto:
De sentirse con una falta de conexión con su bebé a sentirse una madre más feliz.
"Yo tenía que ser la más feliz, sin embargo, no sentía nada. Esa conexión tan hermosa y mágica que todos dicen que sientes al momento que nace tu bebé, no sucedió para mí y fueron los peores días de mi vida.
Hace dos años nació nuestro primer hijo, Bernardo, fue un bebito esperado y amado desde que nos enteramos que venía en camino. Tuvimos complicaciones durante el parto y falleció tres días después de su nacimiento. Nuestro mundo se derrumbó, pero pudimos salir adelante y dos años después estábamos listos para recibir a nuestro segundo hijo, Esteban. Aunque mi esposo y yo habíamos recibido ayuda profesional durante 1 año, el miedo a repetir esa devastadora experiencia estaba presente. Cuando Esteban nació y lo escuché llorar, todos mis temores se desvanecieron, era un bebé perfectamente sano y todo estaba listo para que fuéramos la familia más feliz, al fin tenía todo lo que había deseado.
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Todo cambió en la primera noche, despertar cada 2 o 3 horas para alimentarlo con una pequeña jeringa (a Esteban le tomó unos días desarrollar el reflejo de succión), el dolor de mi herida por la cesárea y la falta de sueño me hicieron sentir como una cortina negra se cerraba frente a mis ojos y creer que no podría con tanta responsabilidad.
Recuerdo pensar que no podría hacer ninguna actividad que no fuera alimentar y atender a mi hijo, ni decir de regresar a mi trabajo (¡el cual me encanta!), sería una mamá de tiempo completo y no era algo que disfrutara en absoluto."
Recuerdo pensar que no podría hacer ninguna actividad que no fuera alimentar y atender a mi hijo, ni decir de regresar a mi trabajo (¡el cual me encanta!), sería una mamá de tiempo completo y no era algo que disfrutara en absoluto. Cuando empezaba a atardecer llegaba la angustia, una opresión constante en el pecho y dificultad para respirar, sabía que se acercaba la noche y era la peor parte del día para mí, oír llorar a Esteban, alimentarlo y no dormir. Esto es totalmente normal cuando tienes un recién nacido, pero para mí era un auténtico viacrucis.
El peor sentimiento es que no tenía conexión alguna con mi bebé, no lo rechazaba, pero tampoco lo buscaba ni sentía un cariño especial por él, para mí era una obligación cuidarlo.
Lloraba mucho, sin razón alguna y durante mucho tiempo, no había ningún detonante de mi llanto. Trataba de explicar el porqué de mi llanto, pero la realidad es que ni yo misma lo sabía, no podía expresar con palabras la angustia y la ansiedad que sentía, nunca había sufrido de esa manera, ni siquiera cuando falleció nuestro primer hijo.
Mi mamá me insistió en buscar ayuda y fue lo mejor que pude hacer. Fui con una psiquiatra y al día siguiente en la mañana yo tenía un nombre para mi agonía: Depresión Posparto.
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Una vez que pedí ayuda todo mejoró rápidamente. Me prescribieron antidepresivos (¡que no afectan la lactancia en absoluto!) y gracias a la pronta detección, me dieron la dosis mínima. También recibí terapia psicológica que es igual de importante que el medicamento, funcionan de la mano.
Mi familia fue totalmente solidaria conmigo, me escucharon y nunca me juzgaron, pero el mayor apoyo vino de mi esposo, porque, aunque sufría igual que yo, jamás dejó de alentarme, fue la roca que me dio la seguridad de que superaríamos esto y con su excelente sentido del humor hizo todo más fácil.
Hoy me siento afortunada y bendecida. Puedo experimentar la hermosa conexión entre madre e hijo, ese amor incondicional que te hace dar la vida por él. Por fin puedo decir que SOY LA MAS FELIZ".
-Testimonio: por Betsabé Ramírez Ibañez.
En nuestro "Depresión posparto: definición, diferencias con la tristeza posparto", te compartiremos más información acerca de la depresión posparto, lo que es y lo que no, los síntomas, y tratamientos.
¡Cuida tu salud mental!
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Con cariño,
eli.
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